Inicialmente el proyecto iba a suponer la rehabilitación de una casa entre medianeras de la parte más antigua de Sant Mateu, en Castellón, destinada a fines de semana y vacaciones para los propietarios.
Al procederse al desescombrado y limpieza de la casa apareció un arco-puerta de conexión con la casa vecina, de extraordinaria factura, lo que sugirió la posibilidad de que ambas casas hubieran estado conectadas en siglos antiguos, por lo que el propietario paralizó el primer proyecto de reforma para intentar comprar la casa contigua, lo que no resultó demasiado difícil. Nuevamente pusimos en marcha los trabajos de desescombro y recuperación de los muros de piedra en su estado natural, lo que puso al descubierto que esta segunda casa y la contigua compartían tres arcos góticos de enorme interés, uno paralelo a la fachada a la calle y los otros dos entre ambas viviendas. Esta segunda vez la operación de compra de la nueva casa (más imprescindible si cabe que en la primera, ya que la arcada principal sino hubiera quedado dividida en dos mitades) fue mucho más armada y compleja, pues hubo de adquirirse una casa lo más cerca posible para el realojo de los propietarios iniciales, lo que demoró mucho las obras y supuso comenzar "de cero" todo el proyecto así lo que iba a ser la rehabilitación de una pequeña casa de pueblo se convirtió en la puesta en valor de varias propiedades que en su día formaron sin duda un conjunto único de edificio, almacenes, vivienda noble, etc. sin que quedaran más y vestigios de ese pasado que la existencia de las arcadas.
Con la complicidad, entusiasmo, y recursos de los propietarios, acometimos la definición de espacios, un complejo programa de vivienda y espacios de representación y exposición de la colección de antigüedades del propietario que ahora sí, iban a poder disponer del espacio necesario para su clasificación y exhibición.
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