Nos adentramos en el apasionante trabajo de ‘La casa inundada’, un proyecto coordinado por CuldeSac. Alberto Martínez, fundador del estudio, nos explica que se trata de una casa abandonada situada en Brihuega, Guadalajara, que fue en su día una central hidroeléctrica y de la que tienen conocimiento a raíz de una conversación con Fernando González, promotor del proyecto.
Se trata de convertir esa casa abandonaba en un innovador espacio que conserve los elementos que le unen al entorno y en el que sus visitantes puedan acudir a relajarse, meditar, hacer ‘coaching’, un rincón único que permita regresar a las raíces, recuperar las costumbres del pueblo y sentir la naturaleza en toda su pureza.
Se trata de un edificio histórico con alma, recuperado y en el que se conserva su mística. Esta variable tendrá influencia en la rehabilitación del inmueble. Así pues, se tendrá siempre en cuenta el espacio natural, la ecología y el respeto al medio ambiente, con el que se establece contacto. Se trata de una variable clave, ya que tendrá influencia en la comida (natural) así como en las actividades a desarrollar: huerta, paseos, elaboración de productos (pan, miel, compotas…). Otro elemento básico, como es lógico, será la búsqueda de tranquilidad, ese aislamiento acústico y relajación que serán fundamentales. Estas variables tendrán su influencia en el tipo de cabañas y la rehabilitación de la central eléctrica.