Las persianas graduables de Griesser nacen en respuesta a estas necesidades y están pensadas para regularizar y gestionar la luz solar. Durante los días de verano, los sistemas de Griesser consiguen detener hasta un 90% de los rayos de sol antes de que lleguen al vidrio, permitiendo un consumo menor de aire acondicionado. En cambio, durante las noches de verano sus lamas graduables dejan entrar aire y facilitan la ventilación y la refrigeración de los ambientes. En invierno el proceso se desarrolla de forma inversa: durante el día las persianas facilitan la entrada de la radiación solar con el fin de calentar los locales, mientras de noche su posición cerrada reduce la pérdida del calor acumulado durante el día.