INTERIORISMO

Han pasado casi cuatro años desde que Dionisio Pestana, Propietario de la mayor cadena Hotelera Portuguesa, se pusiera en contacto con Estudio b76 para transmitirles el deseo de que fueran ellos quien proyectaran la arquitectura interior, decoración y equipamiento del futuro Hotel Pestana Plaza Mayor de Madrid.

Ahora este proyecto ya es una realidad. El proceso se inició con la rehabilitación del edificio, un histórico inmueble conocido como, “Casa de la Carnicería”, situado en la Plaza Mayor, propiedad del ayuntamiento de Madrid y ocupado por el Parque de Bomberos de zona centro y, hasta 2018, también por la Junta Municipal de Distrito Centro. Era un enorme reto, por su céntrica ubicación y por su valor histórico.

Nueva estructura
La primera responsabilidad de Estudio b76 fue estructurar el edificio para su nuevo uso. En la práctica se trataba de dos edificios debido a sus dos usos diferenciados: Parque de Bomberos y Junta Municipal. Fundamental fue convertir su patio en el “corazón” del futuro hotel y proyectar el nuevo tramo de escalera que uniría dicho patio con la Plaza Mayor, en colaboración con Proteyco y en estrecha concordancia con la Comisión de Patrimonio se encontró la solución adecuada, fundamental para el éxito funcional y conceptual del hotel.
En segundo lugar, exigencias del cliente, debían crear el mayor número de habitaciones sin perder su condición del hotel ****. Consiguieron pasar de 67 habitaciones inicialmente planteadas a 89, una mejora de rentabilidad sustancial para la compañía hotelera.

 

 

Interiorismo y Decoración
En tercer lugar, debían generar una imagen única e irrepetible para convertir el hotel en un lugar emblemático y de referencia, no solo para los propios clientes sino también para los ciudadanos y vecinos del entorno, y todo esto con un presupuesto contenido. El hotel debería insertarse en su entorno, integrarse en él y empezar a formar parte de su historia como si siempre hubiera estado aquí.
Para conseguir este tercer objetivo tal y como nos describe Carlos Hernández-Carrillo, Arquitecto Director de Estudio b76, tuvieron que escuchar y sentir la historia y vida del inmueble y del barrio en el que se ubica. Así como el ritmo vital de sus calles y de la propia Plaza.
De allí vino la inspiración de cada rincón del hotel, de todos sus espacios: recepción, coctelería, restaurante, salones, spa, piscina y cada una de sus diferentes habitaciones.
Todo: interiorismo, decoración y equipamiento ha sido proyectado, diseñado y fabricado de forma exclusiva por Estudio b76, dedicando toda su experiencia y cariño a crear un nuevo y maravilloso rincón a nuestra querida Madrid.

 

Las habitaciones
Cada estancia, rincón y casi aire que allí se respira está cuidado al detalle, convertido en una clara imagen de la calidad y dedicación que estudio b76 pone en cada proyecto.
En cuanto al interiorismo de las habitaciones, el estudio buscaba una personalidad única que hiciera de esta estancia un producto irrepetible, para ello recurrieron a la historia del propio edificio, la Casa de la Carnicería, y a la de su entorno, el Madrid de los Austrias. Diseñaron cada uno de los detalles y elementos de equipamiento, desde el diseño de la moqueta hasta la lámpara de mesilla.
El juego de colores y detalles de molduras y acabados convierte esta habitación en un espacio acogedor y enraizado perfectamente en su entorno. La sensación que genera es que el hotel siempre existió y que su vida es contemporánea a la del propio inmueble en el que se ubica, construido en el siglo XVII.
Cuando nos asomamos por las nuevas carpinterías de madera de la balconada, construidas a imagen y semejanza de las originales, pero cumpliendo todos los condicionantes térmico-acústicos exigibles en la actualidad, descubrimos una Plaza bulliciosa, llena de vida desde que Felipe II la concibiera como espacio vital y representativo de la ciudad.
Descubrimos también colores en las fachadas de la Casa de la Carnicería y geometrías en el dibujo del solado de la plaza, vemos el cielo de Madrid y respiramos el poder de un Imperio que dio la vuelta al mundo conservando la austeridad de los Austrias, solo suavizada con la llegada borbónica y su nuevo aire francés. Todo ello, como si de un eco se tratará, nos lo encontramos en la habitación.

 

 

Inspirada en los Austrias
Colores vivos en la moqueta y el tapizado del maletero, piezas metálicas roblonadas marcando el cabecero, el papel de nubes, modelo Nubolette de Cole and Son, con aspecto de grabado de Francisco de Goya, los cuarterones que ordenan la pared como si de una posada de la época de los Austrias se tratara, todo nos hace viajar en el tiempo.
Las mesillas y escritorio se construyen sobre una estructura tubular de acero muy sencilla, austera, pintada en negro Titanpol, con tapa tablero de Robre Hera de Finsa, sobre la que descansan las lámparas de mesa diseñadas por Estudio b76 y fabricadas por Dajor Iluminación y que usan como base un rosetón de forja de los que adornan las balconadas. En el caso de la lámpara de escritorio, un diseño vintage, también creación exclusiva de Estudio b76, en metal barnizado nos ilumina. El mueble maletero sigue la línea de diseño de las mesillas y escritorio, pero empleando como asiento un tapizado color naranja modelo Vaiare.
El cabecero vuelve a recuperar esa idea austera con chapas de acero roblonado pintadas en negro. Entre ellas y suavizando tanta austeridad, está situado el tapizado azul en textil modelo Giglio de Pugi, en los laterales se sitúan ambos espejos que amplían la perspectiva coincidiendo con la posición de las mesillas. Dos prácticas antenas de lectura se camuflan coincidiendo con el diámetro de los roblones y con el negro de la estructura. Como pie de cama, se diseñó un canapé con textil acolchado a dos caras, reversible según verano e invierno, por un lado textil Giglio y por el otro lado modelo Estructura de Bitex.
El baño alicatado en el modelo Altamura Gray de Tau Cerámica, parcialmente incorporado a la habitación, se separa de esta por una celosía de lamas, como tamiz de luz y visión tan propio de Madrid y que recupera las venecianas existentes en los huecos que dan a Plaza Mayor. El lavabo apoyado sobre una estructura metálica, rememora las antiguas palanganas. La cabina de inodoro y ducha se independiza del lavabo y resto de habitación, mediante mamparas de acero galvanizado pintado al horno en color negro titanpol y se acristalan mediante una composición que combina vidrio transparente, al ácido y vidrio impreso modelo Estriado de Saint Gobain Glass.
Agustín Martínez Gil como Director Creativo, ha tenido una participación fundamental en la decoración, entre otras piezas sus composiciones fotográficas de formas geométricas en blanco y negro sobre marco de roble lacado en negro, es el toque contemporáneo que nos recuerda que el hotel no tiene cuatro siglos sino que está recién inaugurado.

 

 

ESTUDIO B76
Desde 1976 estan dedicados a la arquitectura, el interiorismo y la construcción; principalmente en el sector de la rehabilitación hotelera y residencial. Utilizan en sus proyectos y obras el diseño, los materiales y la tecnología más avanzada en un equilibrio constante entre funcionalidad y belleza.
Sus proyectos y obras llave en mano ofrecen un servicio completo analizando la viabilidad del inmueble, local o solar, desde el desarrollo de los primeros bocetos, hasta su definición completa (arquitectura, instalaciones, decoración y mobiliario), siempre considerando prioritaria la rentabilidad de la inversión de sus clientes, sacando el máximo partido a su patrimonio inmobiliario. Más de 300.000 m2 de superficies proyectadas y construidas les avalan.

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